34. CARGAMENTO DE FE

El actor Raúl Prieto en una escena de «Hereje».

Por Ignacio Oliva.

Lou Reed lo dijo en su legendario tema “Busload of faith to get by”, necesitamos un cargamento de fe para salir adelante. 2020 ha sido un año duro para la vida y para el cine y 2021 se perfila del mismo modo. Pero “Hereje” sigue adelante, cinco años después de su rodaje.

La revista de cine SECUENCIAS (https://revistas.uam.es/secuencias) que publica la Universidad Autónoma de Madrid, fue un proyecto fundado por el profesor Alberto Elena, uno de nuestros grandes historiadores del cine, que nos dejó en 2014. Tuve ocasión de conocerle en torno a 2010, en la Escuela de Traductores de Toledo, en un encuentro sobre cine que organizó su entonces director, el insigne arabista Gonzalo Fernández Parrilla. Recuerdo que hablamos de un cineasta que a ambos nos interesaba, Abbas Kiarostami.

En el número 51 de SECUENCIAS (2020) se incluye un interesante artículo que firma Samuel Montes, de la Universidad de Alcalá, titulado “La obra cinematográfica de Shadi Abdel Salam: el cine como herramienta de recuperación del pasado faraónico”. Este ensayo aborda un lúcido acercamiento al legendario director egipcio, muy poco conocido por el gran público, aunque muy bien conocido por la egiptología, ya que fue uno de los cineastas más comprometidos con el rigor y la escrupulosa documentación histórica a la hora de recrear el antiguo Egipto en el cine. Fue Roberto Rossellini, del que Sahdi Abdel Salam fue ayudante en una serie que el maestro italiano produjo para la RAI a principios de los 60, quien le animó y ayudó decididamente para que dirigiera “La momia” en 1968, su único largometraje, al que siguió el cortometraje “El campesino elocuente” que rodó en 1970.

Shadi Abdel Salam significa lo opuesto, en cuanto al rigor histórico se refiere, a lo que el cine ha realizado a lo largo de su historia respecto a la representación del antiguo Egipto, exceptuando a “Faraón”(1966) de Jerzy Kawalerowicz, como bien recoge en el artículo de Raúl Sánchez Casado “Ritual egipcio y cine: la representación cinematográfica de la práctica cultual del antiguo Egipto”, publicado por la Université Paris-Sud (2015).

“Hereje”, como no podría ser de otra manera, rendirá un homenaje a los dos grandes maestros, Kawalerowicz y a Shadi Abdel Salam, que trabajaron juntos en “Faraón” y cuyas obras han sido y son referencias de cabecera para la composición visual de esta producción. Además de intentar seguir, con toda humildad, el camino que ellos trazaron en cuanto al concepto de representación del antiguo Egipto, “Hereje” hará un particular homenaje a la película “Ikhnâtoun” (Ajenatón), un proyecto de reconstrucción de la vida del faraón hereje en el Shadi Abdel Salam estuvo trabajando sus últimos quince años y que nunca llegó a rodar. Como señala Domingo Sola en su artículo sobre el autor, publicado en la revista Latente “El mundo de Shadi Abdel Salam” (2005), la película se titulaba inicialmente “La tragedia de la Gran Casa” y era una película muy ambiciosa, pero no contó con el apoyo necesario por parte del gobierno egipcio.

Tal vez a Albero Elena, como experto en cines periféricos, y a Shadi Abdel Salam, por el tema que tratamos, les hubiera gustado echar un vistazo a nuestra película, que sería imposible sin un cargamento de fe, porque también nosotros contamos con el desinterés de productores e instituciones cinematográficas en España. La falta de apoyo y la extrema dificultad técnica de la composición digital del antiguo Egipto son las razones de que nuestro proceso vaya tan despacio, pero nuestro equipo de VFX sigue adelante, desde un profundo respeto al mundo egiptológico y una gran fascinación por el feroz y misterioso tiempo de Amarna.

34. CARGAMENTO DE FE